Así, casi toda cuestión que antes se vería como un inherente de la naturaleza humana y muchas veces algo que había que suprimir y controlar a toda cosa, sería ahora visto como algo de interés, y se convertirían en los temas de los surrealistas.
Porque, de una manera u otra, cada surrealista se interesa por lo que contiene su propio inconsciente. Según Freud, el pensamiento consciente poco podría hacer para comprender o controlar a su contraparte, y, para una sociedad acostumbrada a la racionalización de las cosas, esta realidad descubierta resultaría bastante atractiva para muchos que después serían los principales personajes en nuestro movimiento.
Pero no todo es color de rosa con la entrada del nuevo siglo. Es también una época de oposiciones políticas, donde la opinión que uno pueda tener en contra de un partido o de un pensamiento político podría costarle bastante caro. Además, estará marcado desde casi un principio con la Primera Guerra Mundial, y un enfrentamiento ideológico como nunca antes había presenciado el mundo.
Facismo, Nazismo y Comunismo se verían enfrentados, y a su vez enfrentarían a algunos de los más importantes autores y artistas de la época.
Con todo, aún cuando nuestro movimiento sólo se encuentra en el principio de este siglo (1916-1930, aprox.), sería testigo de grandes revoluciones de pensamiento en el planeta, involucrando cosas tan dispares como la propia concepción del ser humano (ser "dividido" en su inconsciencia y su consciencia) y la visión utópica que traiga consigo cada pensar político.
Caricatura por Sigmund Freud |
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