La curva de tus ojos da la vuelta a mi corazón.
Un redondel de baile y de dulzura,
aureola del tiempo, cuna segura y nocturna,
y si ya no sé todo lo que he vivido
es que tus ojos no me vieron siempre.
Hojas de día y espuma de rocío,
cañas del viento, sonrisas perfumadas,
alas que cubren el mundo de luz,
barcos cargados con el cielo y con el mar,
cazadores de los ruidos, fuentes de los colores.
Perfumes nacidos de un enjambre de auroras
que yace siempre sobre el heno de los astros,
como el día depende de la inocencia
el mundo entero depende de tus ojos puros
y toda mi sangre corre en sus miradas.
En estos versos, Paul Éluard describe el poder de la mirada en una persona enamorada. Los ojos de la amada le dan la vuelta al corazón del amante, mueven su mundo y lo controlan, apoderándose del tiempo, dando la sensación de seguridad, de pertenencia, de que no existe nada más fuera de esa misma mirada. La primera estrofa así lo expresa, usando a la cuna como una referencia metafórica a un lugar seguro, protegido con afecto.
"Sonrisas perfumadas" en la segunda estrofa dejan al descubierto la sinestesia en sus poemas, uniendo el olfato con la vista en una expresión. "Barcos cargados con el cielo y el mar" serían referencia a que en la mirada de su amada lo ve todo, toda la belleza y todo lo que hay en el mundo está perfectamente retratado en esa mirada.
"Perfumes nacidos de un enjambre de auroras" es de nuevo un ejemplo de sinestesia, asociando nuevamente el olor a un fenómeno visual.
Veamos ahora un análisis métrico de la primera estrofa:
"Perfumes nacidos de un enjambre de auroras" es de nuevo un ejemplo de sinestesia, asociando nuevamente el olor a un fenómeno visual.
Veamos ahora un análisis métrico de la primera estrofa:
La curva de tus ojos da la vuelta a mi corazón. 17
Un redondel de baile y de dulzura, 12
aureola del tiempo, cuna segura y nocturna, 15
y si ya no sé todo lo que he vivido 13
es que tus ojos no me vieron siempre. 11
Nuevamente, no se encuentra ni métrica ni rima en el verso del poema.
Este poema, aunque pequeño, es uno de los más conocidos de nuestro autor. En él, a pesar de su brevedad, queda muy bien descrita las sensaciones que se suscitan entre dos amantes a la hora de mirarse a los ojos. Se dice que los ojos son la ventana del alma, y Paul Eluard define este decir y lo sostiene con su estilo tan peculiar de retratar los sentimientos y las sensaciones que pueden traer consigo.
Excelente análisis del poema, manteniendo el sentimiento que desea transmitir. Gracias por el artículo.
ResponderEliminarLindo❤❤
ResponderEliminarLindo❤❤
ResponderEliminarLa verdad poco puede decirse si no se analiza el poema en francés...
ResponderEliminarQue feo
ResponderEliminarHablas enserio!?�� Es hermoso!
EliminarEs uno de mis plemas favoritos😊
ResponderEliminargracias tenia una idea parecida pero estas palabras me dieron más seguridad para poder representarlo en un dibujo.
ResponderEliminarLa métrica y la rima no se encuentra en la traducción que ha decidido prescindir de ella. O, más bien, como sospecho, no ha sido capaz de replicarla en el español. El poema original en francés mantiene la métrica y, sobre todo en la primera estrofa, utiliza una rima muy evidente.
ResponderEliminarSaludos.