domingo, 6 de noviembre de 2011

La curva de tus ojos

La curva de tus ojos da la vuelta a mi corazón.
Un redondel de baile y de dulzura,
aureola del tiempo, cuna segura y nocturna,
y si ya no sé todo lo que he vivido
es que tus ojos no me vieron siempre.

Hojas de día y espuma de rocío,
cañas del viento, sonrisas perfumadas,
alas que cubren el mundo de luz,
barcos cargados con el cielo y con el mar,
cazadores de los ruidos, fuentes de los colores.

Perfumes nacidos de un enjambre de auroras
que yace siempre sobre el heno de los astros,
como el día depende de la inocencia
el mundo entero depende de tus ojos puros
y toda mi sangre corre en sus miradas.


En estos versos, Paul Éluard describe el poder de la mirada en una persona enamorada. Los ojos de la amada le dan la vuelta al corazón del amante, mueven su mundo y lo controlan, apoderándose del tiempo, dando la sensación de seguridad, de pertenencia, de que no existe nada más fuera de esa misma mirada. La primera estrofa así lo expresa, usando a la cuna como una referencia metafórica a un lugar seguro, protegido con afecto. 

"Sonrisas perfumadas" en la segunda estrofa dejan al descubierto la sinestesia en sus poemas, uniendo el olfato con la vista en una expresión. "Barcos cargados con el cielo y el mar" serían referencia a que en la mirada de su amada lo ve todo, toda la belleza y todo lo que hay en el mundo está perfectamente retratado en esa mirada.

"Perfumes nacidos de un enjambre de auroras" es de nuevo un ejemplo de sinestesia, asociando nuevamente el olor a un fenómeno visual.

Veamos ahora un análisis métrico de la primera estrofa:


La curva de tus ojos da la vuelta a mi corazón.      17
Un redondel de baile y de dulzura,                        12
aureola del tiempo, cuna segura y nocturna,           15
y si ya no sé todo lo que he vivido                         13
es que tus ojos no me vieron siempre.                   11

Nuevamente, no se encuentra ni métrica ni rima en el verso del poema. 

Este poema, aunque pequeño, es uno de los más conocidos de nuestro autor. En él, a pesar de su brevedad, queda muy bien descrita las sensaciones que se suscitan entre dos amantes a la hora de mirarse a los ojos. Se dice que los ojos son la ventana del alma, y Paul Eluard define este decir y lo sostiene con su estilo tan peculiar de retratar los sentimientos y las sensaciones que pueden traer consigo.


La de siempre, Toda

Si les digo: “todo lo dejé”
es porque ella no es la de mi cuerpo,
nunca de eso me jacté,
no es verdad
y la bruma de fondo donde me muevo
no sabe nunca si he pasado

Del abanico de su boca del reflejo de sus ojos,
soy el único que habla
sólo yo estoy rodeado
por ese espejo tan nulo donde el aire circula a través de mí
y el aire tiene un rostro, un rostro amado,
un rostro amando, el tuyo,
a ti que no tienes nombre y que los otros ignoran,
el mar te dice: sobre mí, el cielo te dice: sobre mí,
los astros te adivinan, las nubes te imaginan
y la sangre derramada en los mejores momentos,
la sangre de la generosidad
te lleva con delicia.

Canto la gran alegría de cantarte,
la gran alegría de tenerte o no tenerte,
el candor de esperarte la inocencia de conocerte,
oh tú que suprimes el olvido la espera y la ignorancia,
que suprimes la ausencia y que me pones en el mundo,
canto para cantar, te amo para cantar
el misterio donde el amor me crea y se libera.

Eres pura, más pura todavía que yo mismo.

En este poema, cada verso intenta expresar el sentimiento incontenible que evoca el autor por una amada que ahora ya no se encuentra a su lado. 

Da a entender en la primera estrofa cómo fue para él como si formara parte de sí mismo, pero que al mismo tiempo el reconocía esta falta de pertenencia, a pesar de darle una importancia absoluta a la mujer que amaba.

Menciona la importancia que tuvo para él y que con nadie más compartía, además de usar la metáfora de sangre para representar sacrificios hechos cuando aún eran pareja, y de cómo estos ayudaron desinteresadamente a su amor.

Termina diciendo lo mucho que aún le llena el escribirle versos, siendo ella la única capaz de disolver sus problemas y angustias con el calor de su cariño, y clamando que él esperaría refugiado en sus poemas la reaparición de esta persona en su vida. En este penúltimo párrafo se aprecia también una metáfora, hablando de canciones para representar los versos y poemas. 

Asimismo, en ningún verso se aprecian palabras de difícil comprensión, y a través de todo el texto, el autor propone puntuación sólo en lugares específicos (tómese en cuenta que es una traducción, y no todas las omisiones pueden haber sido incluidas). A simple vista se aprecia también la falta de rima.

Ahora, comprobaremos si tiene o no métrica:

Si les digo: “todo lo dejé”                                    10
es porque ella no es la de mi cuerpo,                   12
nunca de eso me jacté,                                        9
no es verdad                                                       5
y la bruma de fondo donde me muevo                 12
no sabe nunca si he pasado                                 10

Este párrafo nos demuestra la falta de métrica, y con eso cubrimos las características que mencionamos anteriormente.

A propósito, ¿qué opinan de este poema? Es impresionante la manera en la que Paul logra captar toda la frustración de un desamor al mostrar todo el vacío que deja y las ilusiones que rompe en una persona enamorada el adiós de ese otro ser tan especial. No hay duda que los juegos simples de palabras que usa plasman con habilidad lo que puede pasar por la cabeza, y más importante aún, el corazón de un ser humano.


Capital del Dolor: Estilo en plenitud

Hemos visto el estilo de Paul a grandes rasgos, y para conocer un poco más acerca de él, usaremos el ejemplo más significativo que hay en toda su obra: La Capital del Dolor

Publicada en 1926, esta obra está llena de poemas magníficos, recopilados en un tiempo trágico en la vida del autor (léase Alrededor del mundo: Un cambio de vida). La temática que abarcará será tan variada como el ánimo del autor mientras escribe, pero gira básicamente en torno a las desgracias que le ocurren: una enfermedad renaciente y una desilusión amorosa. 

El estilo es el mismo que el de todas sus obras: 
  • No existe métrica.
  • Hace caso omiso de las reglas de puntuación, usándolas sólo cuando juzga conveniente.
  • Recursos sencillos, básicamente metáforas.
  • Lenguaje simple.
  • La rima tampoco existe.
A continuación, usaremos dos poemas de la colección para demostrar como se cumple el estilo en la obra. Las siguientes publicaciones contiene un poema cada uno:

Marca de agua: Estilo del autor

A lo largo de la página hemos visto las diferentes obras trascendentales de Paul Éluard, y hemos hablado de las temáticas que ha abordado a lo largo de su vida. También hemos visto un poco de su estilo, pero un autor como este merece que se profundice un poco más en la manera que describía el mundo en sus líneas.

Entonces, ¿qué hacía tan especial al máximo representante de la lírica surrealista? Pues ya hemos visto que el movimiento al que perteneció se caracterizaría por el intento de plasmar aquello que no pertenece a nuestra conciencia, pero está más bien conformado por los impulsos de pensamiento o de acción que presentamos sin poder hacer nada para evitarlos.

Pues bien, Paul retrataría esta naturaleza inconsciente usando constantemente metáforas, que a simple vista no tendrían sentido real alguno, pero que simbolizan un sentimiento o un pensar que de una manera u otra se reflejan en la metáfora utilizada. Podemos ver un ejemplo de esto en el siguiente poema:

Está de pie sobre mis párpados

y su cabello está en los nuestros,

tiene la forma de mis manos,

tiene el color de mis ojos,

se absorbe en mi sombra

como una piedra sobre el cielo.

 Este fragmento de La Enamorada muestra una metáfora en el mismo primer verso. Está de pie sobre mis párpados hace pues referencia a que la presencia de la mujer amada deja absorto al autor, de manera que no puede hacer otra cosa que mirarla.

Son muchos otros los recursos usados por el poeta, pero cada uno guardaba el símbolo necesario para poder retratar una intención o un sentimiento. Un ejemplo, mención aparte de las metáforas, sería la sinestesia, recurso que consiste en relacionar dos imágenes o conceptos que, en la naturaleza, pertenecen a dos sentidos totalmente distintos.

Además, el idioma se mantenía sencillo y estos símbolos no eran de una complejidad desmedida, si no de una simpleza suficiente para el entendimiento pero que no así perdía su carácter de adorno, siendo tanto simples como bellos los recursos usados.

La métrica no existe en estos poemas. Tampoco hay rima ni ninguna regla apreciable, mas que la que suprime cualquier tipo de restricción. Así, a veces Éluard juega eliminando signos de puntuación, con el único propósito de no sacrificar la fluidez de sus versos.

Como se puede apreciar, la poesía surrealista de Éluard sólo busca transmitir un mensaje. A su vez, como este mensaje viene de muy adentro del ser humano, escapa a toda regla que éste haya intentado instaurar, y sólo busca representar efectivamente la idea que haya movido al autor a escribir.

Interesante, ¿no lo creen?

Poemas para el comunismo

Comprometido con la resistencia, como ya vimos en Verso protestante, nuestro autor compondría poemas con un enfoque distinto al que tuviese en toda su vida. Sin embargo, la calidad de sus obras no se pierde en un ápice.

Prueba de ello es Poesía y Verdad (1942), Poemas Políticos (1948), y A Pablo Picasso (1944). El segundo de estos, Poemas Políticos, está escrito en un escenario post-guerra, dejando atrás los destrozos de la Segunda Guerra Mundial e impulsando el sentir comunista y la preferencia por el sistema soviético de la época.

Otra de las obras más impactantes de este período sería El Fénix (1952), escrito tras la muerte de su segunda esposa y la aparición de la que sería su tercera, tratando temas de contraste como lo son la desesperación y la muerte, y el amor y placer.


Verso protestante

En el año 1934, Paul encuentra el amor nuevamente en Nush, llamada la chica de los surrealistas, por su cercano trato con Man Ray y Pablo Picasso.

Alejado desde 1938 de la política, por su expulsión del partido comunista, escribe a su nuevo amor, pero hábilmente convierte sus poemas en una forma de lucha, publicando desde la clandestinidad en plena Segunda Guerra Mundial. Desde entonces su temática tomaría un aspecto más político y comprometido a su pensamiento y sus ideales, antes que a los sentimientos que puedan abordarlo. 

Esto, claro, no quiere decir que deje de sentir y se dedique a pensar. Nush morirá a temprana edad, y Paul encontrará su último amor: Dominique. A ella le escribirá, ahora con el tema apremiante de la muerte, contrapuesto a la felicidad del amor y los placeres que experimentamos en vida. 

Un infarto de miocardio pondrá fin a la vida de nuestro gran autor, muerto en París. Así culmina una vida de gran impacto, con un legado trascendental y  gran renombre entre sus contemporáneos.


Poeta Surrealista por excelencia

Como hemos dicho, Paul Éluard destacó en el surrealismo como el máximo exponente poeta. Pero, ¿cuáles fueron las obras que lo hicieron tan famoso? A continuación, veremos algunas de las que lograron su posición en la historia de la literatura.

Marcado por la decepción y el sufrimiento de su enfermedad, escribiría La Capital del Dolor (1926), que sería una de sus obras más representativas. Otras grandes son La vía inmediata (1932), La Rosa Publica (1934) y Curso Natural (1938). 

Entre las obras de este periodo de su vida, cabe resaltar también una hecha en colaboración de su amigo André Beton, fundador del surrealismo. El nombre del documento sería La Inmaculada Concepción, trabajo en el cual explorarían varias enfermedades mentales y los efectos en la psiquis de una persona, descritos en poemas escritos en prosa.